Naiara, vecina del barrio de Hortaleza y desde hace unos meses una activa luchadora por la vivienda en la Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras (OFIAM), recibió este martes 11 de febrero la notificación del segundo intento de desalojo, poniéndole la fecha de lanzamiento para este viernes 14 de febrero, dejándola tan sólo tres días de margen para abandonar la vivienda.

Naiara y su hija de cinco años ya sufrieron hace dos años un desahucio. Ella perdió el trabajo cuando vivían de alquiler y se vieron arrastradas a la calle al no poder pagar las rentas. Como mucha gente que se enfrenta a sus problemas, Naiara y su hija entraron a vivir en un piso vacío propiedad de Bankia. En el mes de octubre la intentaron desalojar por primera vez y gracias al apoyo mutuo de l@s vecin@s logramos paralizar el desalojo antes de que llegara el día del desahucio. Bankia se vió obligada a detener este abuso y a estudiar un alquiler social para Naiara y su hija.

Durante este período de tiempo se ha presentado la documentación necesaria y estábamos a la espera de que Bankia nos diera una respuesta con una solución definitiva de alquiler social.

Pues bien, no sólo no han contestado sino que le han hecho llegar a Naiara un segundo lanzamiento con un margen de tres días hasta el desalojo. PERO, ¡NO LO VAMOS A PERMITIR!

Bankia ha vuelto a engañar. Las prácticas de esta entidad sabemos que son inhumanas pero se van superando día a día. ¡LOS BARRIOS DESPIERTOS RESPONDERÁN EN CONSECUENCIA!

Por ello, aparte de pedir disculpas por hacer una convocatoria con tan poco margen (aunque no haya sido responsabilidad nuestra), os pedimos apoyo y os convocamos para este VIERNES 14 de febrero a las 8:00, para impedir el enésimo abuso de la banca contra la vida y el futuro de las familias.

Nota: Intentaremos hacer las actuaciones de presión pertinentes para poder paralizar el desalojo pero esta vez preferimos hacer la convocatoria por si acaso. Si se paraliza, avisaremos cuanto antes.

El StopDesahucios será en la C/ Cararé, 8. El metro más cercano es San Lorenzo o Mar de Cristal.

Ver mapa:

https://maps.google.es/maps?q=maps&ie=UTF-8&ei=n9D6UvzdL6SK7Aaaw4CoDA&ved=0CAcQ_AUoAQ

Contactos:

– Blog: ofiam.wordpress.com

– Correo: ofiammanoteras@gmail.com

– Facebook: Asamblea Nudo de Manoteras

– Twitter: 15M_Manoteras (saldremos con el hashtah #NaiaraSeQueda)

– Teléfono de Portavocía: 672563069

– Adjuntamos el cartel de la convocatoria por si queréis echarnos una mano en la difusión.

¡¡¡BASTA DE ABUSOS EN NUESTROS BARRIOS!!!

El próximo sábado 18 de enero, a las 19:00, se presenta el libro de Madres Unidas Contra la Droga (Para que no me olvides. Editorial Klinamen) en la Asociación Vecinal de Manoteras. La narración que, AIS Redes y Madres Contra la Droga, han hecho de una vida de lucha y activismo frente al Estado Español y el exterminio llevado a cabo.

El acto tendrá lugar en la Soci (C/ Cuevas de Almanzora, 46. Manoteras) y nos encantaría que pudieseis pasaros un rato.

«Con más de 30 años de existencia a sus espaldas, el colectivo Madres Unidas contra la Droga quiere realizar un pequeño repaso a su trayectoria de lucha. Decimos pequeño porque sería imposible plasmar en papel tantas vivencias, experiencias y aprendizajes vividos en primera persona.

Para que no me olvides es un grito contra lo que nunca tendría que haber sucedido; un homenaje a la cantidad de chavales a quienes robaron la vida.

A través de este libro, el colectivo Madres Unidas contra la Droga quiere contar, desde las entrañas, que aquí, en el Estado Español, se ha producido un exterminio. Gran parte de la generación de principios de los sesenta fue aniquilada al permitirse, o incluso incentivarse, que la heroína llegara a los barrios más pobres de las ciudades. Este fenómeno apartó a miles de jóvenes de una participación activa en el nuevo panorama sociopolítico; un marco histórico de profundas fricciones del que se mar­ginó a toda una generación que quedó culpabilizada de algo de lo que solo el abandono político es responsable.

Fuimos las madres las que nos anticipamos y percibimos, incluso antes que nues­tros propios hijos, como la muerte nos los arrebataba. Y fuimos de los primeros grupos que al unirnos descubrimos lo que estaba pasando.»